Sagrado Corazón es una fragancia que te transporta a un reino místico, donde convergen rituales antiguos y sensibilidades modernas. La persona que usa esta fragancia es un espíritu libre, libre de normas y expectativas sociales. Exudan un aire de misterio e intriga, atrayendo a otros con su enigmática presencia. Cada nota de esta fragancia juega un papel crucial en la creación de esta experiencia sensorial única, comenzando con la bergamota.
La bergamota es la primera impresión del Sagrado Corazón, como un estallido de sol cítrico en un frío día de invierno. Aporta una cualidad refrescante y estimulante a la fragancia, insinuando la calidez y la luz que nos esperan. La persona que usa esta fragancia es como un rayo de luz en una habitación oscura, iluminando el camino a seguir por otros.
El jazmín añade un toque de elegancia floral al Sagrado Corazón, evocando imágenes de un exuberante jardín en plena floración. Su aroma seductor y embriagador perdura en la piel dejando una estela de sensualidad a su paso. La persona que usa esta fragancia es como una flor en pleno florecimiento, irradiando belleza y gracia a cada paso que da.
El limón aporta una energía vivaz y picante a Sacred Heart, infundiendo a la fragancia un espíritu juguetón y juvenil. Agrega un toque picante a la composición general, manteniendo las cosas ligeras y aireadas. La persona que usa esta fragancia es como una brisa de verano, despreocupada y alegre, bailando por la vida con paso rápido.
Rosa es la nota final de Sagrado Corazón, aportando una sensación de romance y pasión a la fragancia. Su aroma embriagador y embriagador envuelve a quien lo usa como un cálido abrazo, envolviéndolo en un manto de sensualidad. La persona que usa esta fragancia es como un poeta enamorado, escribiendo versos de deseo y anhelo con cada respiración.
Juntas, estas notas crean una sinfonía de aromas que es a la vez inquietantemente hermosa e innegablemente cautivadora. Sagrado Corazón es una fragancia que desafía la categorización, desdibujando la línea entre lo sagrado y lo profano. Es un aroma que permanece en el aire mucho después de que quien lo usa se ha marchado, dejando un rastro de intriga y atractivo a su paso. ¿A qué huele el Sagrado Corazón? Huele a una historia de amor prohibida en un jardín botánico, a un secreto susurrado en una catedral con poca luz. Es una fragancia que te invita a explorar sus profundidades, desentrañar sus misterios y descubrir las verdades ocultas que se encuentran en su interior.